La reconocida panelista de televisión, Adriana Barrientos, ha realizado interesantes declaraciones sobre la naturaleza de la industria televisiva. Durante su participación en el programa «Zona de estrellas», Barrientos abordó el tema del clasismo existente en los medios y la preferencia por aquellos que se ajustan a los estándares tradicionales de belleza.
El debate surgió a raíz de los comentarios realizados por Gino Costa, quien criticó la falta de renovación en los rostros televisivos y especuló que esto podría deberse a su propia situación, ya que no ha logrado consolidarse como una figura destacada en TVN.
En este contexto, Adriana Barrientos expresó: «Lo que pasa es que si Gino fuera rubio de ojos azules, estaríamos cantando otro cuento. Gino es igual que yo. Si eres moreno, como es mi caso que soy morena con ojos café, estamos ahí a medias. Ginito, cuando seas rubio de ojos azules y yo también lo sea, créeme que en este mercado televisivo seremos mejor evaluados».
Las declaraciones generaron diversas opiniones entre sus compañeros del panel. Algunos mencionaron a Julián Elfenbein como ejemplo contrario al argumento planteado por Barrientos. Sin embargo, ella afirmó: «él es de una clase totalmente acomodada y creo que también es un tema de clasismo. En la tele hay clasismo; los apellidos ‘García-Huidobro’ venden y suenan bonitos también importa tener una imagen espectacular».
Para respaldar esta idea sobre el clasismo presente en la industria televisiva chilena, el periodista Hugo Valencia reveló un caso en el que Gino Costa estuvo a punto de animar un programa de concurso en TVN. Aunque Costa recibió las mejores evaluaciones por su desempeño, no fue seleccionado debido a que no convenció a las marcas comerciales como figura pública.
Hugo Valencia respaldó la postura de su compañera, afirmando: «La Adriana tiene cierta razón. A muchas personas se les da oportunidad en el recambio de rostros, privilegiando la apariencia sobre el talento. Las marcas sienten… No es que encuentre que Gino sea feo, pero estoy hablando del clasismo del cual todos los chilenos formamos parte».
Estas reflexiones ponen sobre la mesa una problemática presente en la industria televisiva y abren un debate necesario sobre los criterios utilizados para elegir a los rostros mediáticos en Chile.