En un divertido momento de ocio, los participantes de la célebre casa más famosa del mundo idearon una manera creativa de intercambiar los alimentos que les gustaban por otros. La concursante Constanza Capelli propuso un coqueto intercambio que no pasó desapercibido en el encierro.

Como es costumbre los días lunes, los jugadores de Gran Hermano Chile asignaron la responsabilidad de la compra del supermercado a dos integrantes de la casa-estudio. En esta ocasión, Rubén y Raimundo tuvieron el privilegio de ser los encargados del abastecimiento semanal, contando con un presupuesto completo.

Gracias al considerable monto disponible, se adquirió una amplia variedad de alimentos en la casa, destacando frutas, verduras y cereales.

Siguiendo la tradición establecida, rápidamente se evaluaron las promociones individuales excluyendo aquellos alimentos comunes para todos. Los participantes comenzaron a considerar qué productos podrían intercambiar con sus compañeros. Huevos, pan y el menú diario son algunos ejemplos habituales para obtener diferentes alimentos.

En medio de esta dinámica divertida y entretenida, los concursantes encontraron formas ingeniosas para intercambiar alimentos valorados dentro del entorno cerrado. «Vendo un beso…», bromeó Coni. Luego Constanza hizo una propuesta coqueta: «Vendo un ‘tenten vilu’ por un arroz con pollo». Añadió más tarde: «Vendo un ‘tenten vilu’ por un vaso de piscola el viernes», provocando risas entre ellos.

Para sorpresa de los espectadores, Rai exclamó desde el fondo: «¡Voy!».

Finalmente, Capelli concluyó con una afirmación arriesgada: «Y no me importa la sanción, si igual me voy a la placa».