El reconocido animador Daniel Fuenzalida fue protagonista en el nuevo programa estelar de Canal 13, «El Purgatorio», donde reveló ser uno de los invitados que ha superado sus adicciones. Durante una entrevista con Nacho Gutiérrez, conductor del programa «Me Late», Fuenzalida abrió su corazón y habló sobre los momentos más difíciles de su vida.

Fue en el último segmento del programa donde el animador confesó que se dio cuenta de la necesidad de someterse a rehabilitación cuando no pudo asistir a una visita con su hija pequeña. En ese momento, Daniel ya estaba separado de la madre de su hija y comprendió que estaba alejándose cada vez más de los valores que le inculcaron sus padres.

«Me di cuenta de cómo me estaba relacionando con los demás y cómo actuaba. Durante mi consumo fui una persona muy arrogante, muy descontrolada, y esos no eran los valores que mis padres me enseñaron. Afortunadamente no llegué a robar, pero sí mentí mucho y manipulé a muchas personas queridas», confesó Fuenzalida.

El animador admitió haber manipulado también a sus propios padres durante su período como adicto. Ellos sufrieron enormemente debido a las consecuencias del problema al punto en que pasaron años sin dormir por la preocupación constante sobre el paradero y estado de su hijo.

«Esos años les causaron mucho dolor. Cuando finalmente me rehabilité y ellos vieron que era real, me dieron las gracias porque finalmente podían dormir tranquilos. Mi padre incluso reveló que pasaron 15 años sin dormir por no saber dónde me encontraba, ya que en algunas ocasiones desaparecía durante 48 horas», reveló Daniel.

Fuenzalida también compartió que una de las mayores alegrías en su proceso de sanación fue el hecho de que su madre pudiera presenciar su estabilidad durante 10 o 11 años antes de fallecer. Esto le brindó una enorme tranquilidad y serenidad.

El testimonio del animador se ha convertido en un ejemplo poderoso para quienes luchan contra la adicción y demuestra que es posible superar estos obstáculos con voluntad, tratamiento adecuado y el apoyo incondicional de seres queridos.