El retorno de Sebastián Beccacece a Universidad de Chile generó grandes expectativas entre los hinchas. Recordemos que durante su paso anterior como ayudante de Jorge Sampaoli, el equipo logró un tricampeonato y la Copa Sudamericana en 2016. Sin embargo, esta vez las cosas no salieron como se esperaba.
Beccacece no logró replicar el éxito obtenido con Sampaoli y su primera experiencia como director técnico fue bastante olvidable. A pesar de contar con un plantel millonario a su disposición, solo consiguió cinco victorias, nueve empates y diez derrotas. Esto lo convirtió en uno de los técnicos más cuestionados en la historia del club. Incluso se le atribuye la debacle económica de la concesionaria dueña de Universidad de Chile.
Lo sorprendente es que Beccacece aparentemente no ha asumido mucha autocrítica por los resultados obtenidos. Según La Tercera, durante el juicio contra la ANFP por daños morales y perjuicios que sufrió junto al cuerpo técnico de Sampaoli, Beccacece justificó sus malos resultados argumentando una persecución en su contra.
Su abogado y amigo, Fernando Baredes, afirmó durante el juicio: «Beccacece tuvo que dejar de dirigir Universidad de Chile debido al maltrato recibido por parte de la ANFP después del juicio». Además mencionó que los arbitrajes fueron hostiles hacia ellos según su punto vista subjetivo.
Baredes también señaló que arrastraron a Beccacece a problemas judiciales innecesarios: «La demanda penal estaba basada en clases que Sampaoli daba en la universidad, y a pesar de que Beccacece no tenía relación con ello, fue demandado penalmente igualmente».
A pesar de su paso complicado por Universidad de Chile, Beccacece logró obtener buenos resultados como entrenador de Defensa y Justicia, donde ganó la Recopa Sudamericana. Ha sonado en diversas ocasiones para regresar al club y buscar una revancha.
Esta situación evidencia las dificultades del director técnico argentino durante su periodo en Universidad de Chile y plantea interrogantes sobre su responsabilidad en los resultados obtenidos.
