Una denuncia de racismo en el fútbol nacional ha creado preocupación en la Segunda División. Durante un partido entre la Universidad de Concepción y Wanderers, Job Bogmis, jugador del Campanil, se vio afectado por un supuesto ataque racial perpetrado por Pablo Corral, volante de los porteños. Después del altercado con Corral y mientras reclamaba al árbitro al final del partido, Bogmis acabó al borde de las lágrimas en los vestuarios. Allí reveló lo sucedido: «Son cosas difíciles cuando un rival te dice ‘negrito’, por eso me molesté». El jugador camerunés lamentó que Corral no le pidiera disculpas: «Son palabras que duelen… Nunca había vivido eso». La discriminación racial es inaceptable y debe ser erradicada para garantizar el respeto a todos los jugadores sin importar su origen étnico o país de procedencia.