Jennifer Galvarini, participante de Gran Hermano, recibió una visita especial desde Chiloé. Al igual que Constanza Capelli, quien fue sorprendida por su madre Paola, Pincoya tuvo el placer de reunirse con su hermana Araceli, quien llegó a la casa con una canasta llena de regalos para todos.

La emocionada Pincoya se encontraba en la cocina cuando escuchó su nombre siendo gritado desde el patio. Sin dudarlo un segundo, se quitó la chaqueta que llevaba puesta y corrió a recibir a su hermana con gran sorpresa y alegría.

Ambas hermanas protagonizaron un abrazo emotivo mientras soltaban lágrimas y se llenaban de besos, todo esto mientras el perro Bigote trataba de intercalarse entre ellas buscando también ser abrazado.

Este gesto preocupaba a Jennifer ya que no deseaba ensuciar los únicos pantalones blancos limpios que tenía. En ese momento recordó a su hermana que solo había llevado poco vestuario debido a que vendió casi todo en una feria para alimentar «a todos esos chicos en situación de calle».

Durante su conversación en el patio, Jennifer confesó sentir cariño por todos los participantes de la casa aunque prefirió no decírselo para evitar conflictos. Esto lo expresó medio bromeando medio seria.

Además, hubo un detalle gracioso durante la visita cuando estaban en la zona destinada para fumadores. Araceli sostenía firmemente la canasta de mimbre en sus manos pero inconscientemente Pincoya intentaba quitársela para descubrir qué se encontraba adentro. Esta situación fue muy comentada en Twitter.

Finalmente, al ingresar a la casa, Araceli les entregó a todos los participantes un sobre blanco con dulces caseros de Chiloé como regalo.

Los internautas destacaron el parecido sorprendente entre Araceli y Pincoya, así como la ternura de la visita. También resaltaron las palabras profundas de Pincoya al mencionar que vendió su ropa para alimentar a los jóvenes en situación de calle.