Santiago de Chile se encuentra en estado de conmoción debido al hallazgo de partes humanas cercenadas en distintos puntos de la ciudad durante la mañana del domingo. El primero ocurrió en la intersección de Alameda con Abate Molina, donde se descubrió el torso de un hombre moreno en el interior de una bolsa. Horas más tarde, se encontró una cabeza supuestamente perteneciente a esta misma persona dentro de una caja abandonada cerca del cruce entre Santa Isabel y Serrano. Las extremidades inferiores, envueltas en una sábana, fueron localizadas al mediodía en la intersección entre calle Cóndor y San Francisco.
La policía chilena ha iniciado las pericias correspondientes para identificar a los responsables detrás del macabro crimen trascendido. La alcaldesa Irací Hassler destacó que este acto es un claro ejemplo del cambio en la naturaleza del delito que está experimentando el país: «esto no es sólo un acto criminal común sino situaciones gravísimas relacionadas con el crimen organizado».
Hassler hizo hincapié también sobre la necesidad imperante por parte las autoridades públicas para evitar que estos sucesos queden impunes. La Dirección Nacional prevención y seguridad comunitaria ya está movilizada realizando todas las investigaciones pertinentes sobre tan alarmante situación.
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