La escena urbana chilena ha perdido a una de sus luminarias. Se trata de Galee Galee, un rapero que destacaba por su estilo fresco y actual, que incorporaba sabores del rap estadounidense al trap, género con el que más se identificaba. A pesar de haber grabado dembow y reggaeton con soltura, su firma vocal era inconfundible: sonaba más grave y serio que el resto. Galee Galee andaba siempre a su propio ritmo gracias a los catorce años en los cuales pulió sus rimas hasta perfeccionarlas. Su calidad lírica sobresalía tanto por la estructura como por las temáticas abordadas en ellas: respeto, lealtad y vínculos eran algunas de las profundidades contenidas en sus letras.
En un género donde la credibilidad callejera lo es todo, Galee Galee demostró ser uno de los artistas más auténticos de Chile; alguien en quien todos confiaban. Artistas tan distintos como Pablo Chill-E o Polimá Westcoast encontraron en él un contrapunto perfecto para destacar aún más.
Lamentablemente, el espacio vacío dejado por su partida es irreemplazable y causa la amargura propia ante cualquier pérdida significativa. En menos de tres años logró consolidarse como una verdadera leyenda viva del género musical urbano chileno actual; la historia recordará frutos tan dulces como «Mami no estés triste» o «Without Lies».