Los reguladores de la UE llevan a cabo varias investigaciones e imponen sanciones económicas a las empresas tecnológicas con presencia en el continente europeo. Las estrictas normas y el objetivo de fomentar la competencia natural entre los Estados miembros generan a menudo problemas para Facebook, Google y otros gigantes informáticos como iMessage y WhatsApp. La UE ha presentado una serie de propuestas legislativas en los últimos años. El objetivo es limitar su funcionamiento para defender los intereses de sus habitantes.
El desarrollo previsto del sector tecnológico en los próximos años se regirá por un conjunto de normas conocido como «Ley de Mercados Digitales (DMA)». Los representantes de la UE han acordado una nueva idea de reforma que se centrará en los servicios populares de Internet, las aplicaciones de comunicación y las redes sociales.
Las nuevas medidas para mejorar la competencia fueron aceptadas tras una reunión de ocho horas entreel Consejo Europeo, el Parlamento y los miembros de la Comisión Europea (CE). Según el sitio web TechCrunch. Los titanes tecnológicos tendrán que permitir la conexión entre plataformas como iMessage y WhatsApp y otras apps de comunicación más pequeñas.
Qué exigen los requisitos para iMessage y WhatsApp
Las normas obligan a que la mensajería, el intercambio de multimedia y las videollamadas entre los servicios de chat más populares y los alternativos sean gratuitos. Esta será simplemente una de las disposiciones del paquete legislativo de la DMA. Todas las empresas del sector informático tendrán que cumplirlas si desean operar en los estados miembros. Se espera que los cambios afecten a organizaciones con 45 millones de usuarios activos y 10.000 trabajadores corporativos.
Empresas de la magnitud de Google, Apple y Meta se enfrentan a una penalización del 10% de los ingresos anuales si no las cumplen. El incumplimiento de las normas de forma regular aumentará esta cifra hasta el 20%. La aplicación de la DMA sólo será aplicable a los países miembros de la UE.
La futura aplicación de la DMA en el continente europeo está siendo debatida por responsables políticos y empresas tecnológicas. El objetivo principal es evitar las actividades anticompetitivas que ahogan la innovación. Esto sólo puede lograrse ayudando de forma agresiva a los desarrolladores más pequeños en su batalla contra las grandes corporaciones, lo que constituye una de las principales prioridades de la DMA.