El gigante informático se encuentra en la impensada posición de ir por detrás de AMD en el mercado mundial de CPU para PC, lo que supone una novedad para la compañía. Como resultado de los problemas de fabricación, así como de la gran popularidad de los procesadores Ryzen, Intel se ha encontrado con una serie de dificultades.
Durante más de ocho trimestres consecutivos, la corporación se ha visto obligada a lidiar con una disminución de su cuota de mercado.
Intel es muy consciente del problema por lo que se ha fijado el agresivo objetivo de recuperar en un plazo de dos o tres años la cuota de mercado perdida. Pat Gelsinger, el nuevo director general de la empresa, ha declarado que éste es uno de sus principales objetivos de cara al futuro.
Otro de los retos estratégicos a los que se enfrenta el mandamás de Intel es el restablecimiento de las relaciones comerciales con Apple.
La empresa proporcionó más información sobre la tecnología que están desarrollando e ilustró cómo funcionará el hardware que utilizaremos en los ordenadores en 2025. Es un mensaje claro de que Intel ha superado sus problemas y se concentra ahora en el desarrollo de futuras tecnologías de fabricación.
La apuesta de Intel y su CPU
La compañía se adelanta al plan y prevé aumentar su influencia en el sector en los próximos tres años. Pat Gelsinger se mostró esperanzado con el ambicioso esfuerzo de la empresa para recuperar la posición de liderazgo que le ha sido arrebatada por AMD. Además, el director general de la empresa mostró los primeros prototipos de chips fabricados con el nuevo método de fabricación de la compañía, el 18A.
Este avance cambia significativamente la forma en que se diseñan los transistores de los procesadores para ordenador. Sobre todo en lo que se refiere a cómo se les suministra la energía que necesitan para funcionar. Para lograr este ambicioso objetivo, es necesario eliminar la ventaja tecnológica de la que gozan actualmente Intel y Samsung. Para lograrlo, la empresa está construyendo cinco nuevas generaciones de procesadores que entrarán en producción en los próximos cuatro años.
La primera generación es la Intel 7, que ahora está en uso por los chips Alder Lake, y que a finales de 2022 será sustituida por Intel 4, según la empresa. Después, tendremos Intel 3 el año siguiente, que será sustituida por Intel 20A en 2024 y Intel 18A en 2025, respectivamente.