Durante la noche del viernes pasado, un joven policía de apenas 22 años perdió la vida en Buenos Aires, Argentina, tras recibir un certero disparo en la cabeza en manos de delincuentes que lo asaltaron presumiblemente para robarle su motocicleta. Los hechos ocurrieron en Burzaco, al sur de la ciudad, cuando Horacio Ezequiel Borja López, miembro del Grupo de Prevención Motorizada (GPM) llegaba a bordo de su moto particular a visitar una casa.

En ese momento apareció un auto Peugeot 206 con cuatro sujetos a bordo. Tres descendieron y lo amedrentaron antes de abrir fuego contra él. De los tres disparos percutidos, uno impactó gravemente contra su cabeza. Pese a que Horacio estaba uniformado y según los informes iniciales no había tenido tiempo suficiente para sacar su arma reglamentaria y repeler el ataque, los atacantes huyeron sin llevarse nada más.

Al llegar al lugar los servicios médicos constataron su fallecimiento sin posibilidad alguna por salvarlo. Las autoridades están recolectando información relevante para dar caza a los autores materiales e intelectuales del hecho: registros visuales de cámaras cercanas y testimonios pueden ser claves para esclarecer el homicidio.

La fiscal encargada ha señalado también que se analizará si se trató solo del intento frustrado de robo o si el policía estaba siendo “marcado” por alguna causa hasta este momento desconocida por las autoridades competentes.

Este tiroteo ocurrió tan solo unos días después del fatal crimen registrado hace unas semanas cerca Esteban Echeverría, que cobró la vida de otro agente en la misma zona.