Aparece la ciencia ficción cuando la realidad no tiene respuesta. La incertidumbre de si estamos solos en el Universo nos lleva a imaginar cómo serían esos aliens: los «hombrecitos de color verde».
Desde Gazú (Gazoo), el buen amigo de Pedro Picapiedra, hasta los protagonistas de Toy Story, estos extraterrestres verdes se han ganado un lugar en nuestra imaginación.
¿Qué es lo que hace que sean verdes y de pequeño tamaño? ¿Cuándo surgió esta idea? Según Arthur Evans, editor en jefe de la revista Science Fiction Studies, la primera referencia se remonta a una historia inglesa del siglo XII conocida como Los niños verdes de Woolpit.
Estos dos chiquilines con piel verde fueron encontrados cerca del pueblo de Woolpit en Inglaterra. Además del color peculiar de su piel, lo más curioso era que hablaban un lenguaje difícil y actuaban nerviosamente.
Aunque al principio rechazaron la comida ofrecida por los aldeanos, sí consumieron unas judías verdes que encontraron en un jardín.
Con el tiempo, se adaptaron a su nueva localidad y empezaron a comer alimentos locales y jugar con los otros niños hasta aprender inglés.
Según Historic UK, es probable que estos niños fueran descendientes de inmigrantes flamencos asesinados durante las guerras del momento y su lenguaje nativo no era entendido por nadie.
El color verde se debía posiblemente a la desnutrición también conocida como «la enfermedad verde», pero se recuperaron totalmente después volver a alimentarse correctamente.
En el siglo XX, este tema fue adoptado por la literatura de ciencia ficción. La historia «Los hombrecitos verdes de Mayaya» de Harold Lawlor (1946) y la novela «Marcianos, váyanse a casa» de Fredric Brown (1955) fueron las que popularizaron definitivamente la imagen de los «hombrecitos verdes».
En ambos casos, estas criaturas venían del espacio y en el segundo caso eran más irritantes que belicosas, optando por gastar bromas molestas en lugar de luchar.
Desde entonces, los aliens más populares, y en muchos casos más amigables, han sido representados como los típicos «hombrecitos de color verde» en la ciencia ficción.