La última eliminada de «Gran Hermano», la señora Mónica Ramos, estuvo presente en el panel después de una larga espera debido a la suspensión del programa por el partido entre Chile y Colombia. Durante su participación, se refirió a la intensa pelea que tuvo con la concursante conocida como «Pincoya», relacionada con una torre de almohadas.

Diana le preguntó sobre este incidente y si se había asustado al despertar en medio de la noche y ver dicha torre. Mónica respondió: «Sí, bastante. Estaba dormida, fui al baño y Pincoya estaba hablando sola frente al espejo del baño, pero no voy a revelar lo que estaba diciendo».

Luego, Diana recordó que «Pincoya» siempre ha hablado ante las cámaras en defensa de Jennifer, mientras que Fran también mencionó que ella ha compartido sus conocimientos de magia. Mónica estuvo de acuerdo: «Sí, me refiero a eso», dijo. Michael Roldán fue más directo al preguntarle si pensaba que Jennifer estaba realizando algún tipo de ritual para defenderse del mal. La señora afirmó repetidamente que creía estar presenciando alguna forma de brujería.

Mónica también contó cómo vio a Pincoya hablando mientras dormía y cómo cuestionó con quién estaba conversando. Además, ella llamó a los compañeros de su habitación para mostrarles que no estaba inventando nada. En el panel se hizo la aclaración de que Rai junto a Francisca y Cony fueron los responsables del montaje con las almohadas para tapar el acercamiento entre ellos dos, y se dejó claro que «Pincoya» no tenía nada que ver.

Cuando se le preguntó si la situación estaba resuelta, Mónica dijo: «Eso pasó, realmente conversé con ella… quedamos bien».