Meghan Markle y el príncipe Harry atraviesan un momento complicado después de abandonar la realeza. Parece que las cosas no les están saliendo bien, ya que sus proyectos profesionales han fracasado y han perdido el apoyo de amigos famosos como Victoria y David Beckham y George Clooney. Además, se rumorea sobre la posibilidad de un posible divorcio.

A pesar de todo, la pareja aún está junta y está haciendo cambios en sus vidas para mejorar su situación. Según fuentes cercanas, tienen planes de dejar su mansión en Montecito y mudarse a otro lugar en busca de nuevas oportunidades. Consideran Montecito como una zona muy remota que no les ayuda a triunfar ni alcanzar sus objetivos, por lo que buscarán establecerse en Malibú, donde estarán más cerca de la ciudad y otras celebridades.

Esperan que este cambio les brinde nuevas oportunidades y lujos para ellos y sus dos hijos Archie y Lilibet. Aunque los pequeños podrían haber tenido una vida asegurada con la realeza, ahora deben enfrentarse a un futuro económicamente incierto tras la renuncia de sus padres. Sin embargo, Meghan y Harry están dispuestos a luchar por darles una vida mejor.

Además del cambio de residencia, también planean evitar ser captados públicamente en eventos para mantener su privacidad. Han decidido pasar más tiempo en casa para evitar los rumores sobre su vida personal, lo cual les ha permitido disfrutar momentos de calidad con sus hijos.

Por ahora, queda por ver si realmente se separarán o no. Recientemente reaparecieron juntos con sonrisas felices, derribando así los rumores sobre problemas matrimoniales.