Una mujer de Curacautín sufrió un brutal asalto que conmocionó al país. Mariela Franco, como se le identifica, terminó con una lanza en el cuello después de ser atacada por tres personas cerca de la Plaza de Armas de la comuna. El incidente ocurrió cuando la víctima se trasladaba en un vehículo con una amiga. Los delincuentes intentaron asaltarlas utilizando un arma de fuego y una lanza metálica.
Después del ataque, Mariela fue trasladada al Hospital de Curacautín, donde tuvieron que cortar el arma en tres partes para extraerla de su cuello. Afortunadamente, la mujer logró sobrevivir y reveló los detalles escalofriantes del incidente en Las Últimas Noticias.
Según su testimonio, todo comenzó cuando le pidió a su amiga que detuviera el vehículo en la plaza porque había alguien conocido a quien quería saludar. Sin embargo, esa persona resultó ser una examiga quien aprovechó el encuentro para dar señales a dos cómplices armados.
La conductora intento alejarse rápidamente pero el auto se detuvo y fueron interceptadas por los delincuentes quienes les exigieron entregar todas sus pertenencias. En medio del caos, Mariela sintió un fuerte golpe mientras escuchaba disparos y descubrió que tenía una barra metálica atravesada en su cuello.
A pesar del dolor insoportable que experimentaba, las mujeres lograron escapar antes de ser retenidas por los asaltantes hasta llegar al hospital bajo la ayuda del personal de Bomberos quienes cortaron la barra antes de trasladarla a otro centro médico.
Sin embargo, Mariela continúa sufriendo las consecuencias de este ataque, como dolores de cabeza y sangrado en el oído. Además, vive con temor debido a que uno de los delincuentes sigue prófugo y ha recibido amenazas desde su entorno.
Esta situación ha generado inseguridad en la mujer, quien se siente impedida en llevar una vida normal e incluso su familia ha sido objeto de burlas por el brutal ataque. La impunidad del responsable sigue causando frustración y angustia para ella y sus seres queridos.
A pesar del arresto de dos personas involucradas en el asalto, la presencia del tercer cómplice prófugo mantiene a Mariela viviendo bajo constante temor e inseguridad. Existen reportes sobre sus movimientos por parte de los vecinos pero hasta ahora no se ha logrado su captura.
Esta historia impactante pone en evidencia los peligros que enfrentan las personas comunes mientras intentan llevar una vida normal. Es necesario tomar medidas más efectivas contra la violencia callejera y garantizar la seguridad ciudadana para evitar situaciones tan terribles como esta.