Durante las últimas horas de transmisión de «Gran Hermano«, se vivió un momento cargado de tensión entre los participantes Raimundo y Pincoya. La chilota instaba a Raimundo a dejar de pelear con Constanza, lo cual generó una acalorada discusión.

Según los informes, el conflicto comenzó cuando la bailarina acusó a Jennifer de estar del lado de Raimundo, lo que llevó a que ella terminara llorando en su dormitorio.

Ante esta situación, Pincoya decidió intervenir y hablar con su compañero para darle un consejo: «Bájale un cambio, por favor, o esto va a terminar mal».

Pincoya enfatizó que Raimundo estaba reaccionando exageradamente ante cualquier cosa, insultando a Constanza y recordándole al otro participante ausente. Además, le recordó que todos debían hacer su parte para mejorar la convivencia.

Sin embargo, Raimundo no mostró intención alguna de razonar y afirmó estar cansado. Alegó que todos tenían miedo de decirle algo a Constanza porque ella podía reaccionar violentamente. Incluso le preguntó si le gustaba que le trataran así.

En respuesta, Pincoya expresó su indiferencia ante esa actitud. Por otro lado, Cerda señalaba que estas acciones no le eran indiferentes ya que ni él ni su familia lo trataban así. Afirmaba no caer en esos juegos.

La chilota le reprochaba a Raimundo este comportamiento argumentando que él también contribuía a las peleas. Raimundo, por su parte, se descargó explicando que Constanza le había molestado cuando Scarlett se apoyó en su hombro y ella insinuó que andaba «para todos lados».

Para concluir el enfrentamiento, Pincoya le pidió nuevamente a Raimundo que bajara un cambio y expresó su descontento por los comentarios de género hechos durante la discusión.

Esta acalorada confrontación demuestra la tensión existente entre los participantes de «Gran Hermano» y el desafío que implica mantener una buena convivencia en el encierro.